A pesar de las clasificaciones que dividen el arte europeo, es posible hallar similitudes entre ellas. Si bien se pueden apreciar grandes diferencias a simple vista, los detalles delatan a la tradición que las antecede.
En esta nota te proponemos hacer un recorrido retrocediendo algunos años para descubrir estas semejanzas y diferencias. Acompáñanos a explorar las características que unen a dos corrientes tan aparentemente lejanas como son el arte clásico y moderno.
Qué es el arte moderno europeo
El arte moderno es una etapa que los críticos aún no consiguen definir con precisión. Pero, siguiendo lo que propone Gombrich en su historia del arte podríamos colocar el inicio de esta corriente a finales del siglo XVIII.
Básicamente, lo que defiende el crítico es que durante la fecha mencionada se produce un acontecimiento sin precedentes en el arte: la desaparición del mecenazgo. Con la Revolución Francesa (1789) los hombres empezaron a ejercer su libertad dejando atrás los dictámenes de la corona y la iglesia.
Este nuevo aire social le dió espacio al arte para desarrollarse fuera de las instituciones de poder. Esto suponía que los artistas ya no trabajaban para los encargos de la aristocracia.
Por consiguiente, el arte moderno europeo emerge con la absoluta apropiación autoral de la producción artística. Es decir, se define por la relevancia de la subjetividad en el proceso creativo. Ahora, el arte era el resultado de las decisiones y sentimientos del artista.
Pero, el cambio en el arte europeo no vendría sin dificultades. Debido a que los artistas se alejaron de la protección real que los conectaba con la tradición, el reto era educar a un nuevo público. Los salones de exposición fueron los recursos que utilizaron para cambiar el paradigma del gusto y el estilo del arte.
Qué es el arte clásico europeo
Hay dos nociones derivadas del arte clásico europeo. En principio, nos referimos a lo clásico en el arte con respecto a un período muy específico de las manifestaciones artísticas localizadas en Grecia.
El período clásico coincide con el momento de mayor esplendor en la cultura griega durante el siglo V, previo a nuestra era. El reinado de Pericles y el nacimiento de la democracia ateniense impulsó la producción artística más prolífica. Los rasgos predominantes de esta época artística eran los siguientes:
- Equilibrio: la armonía de la obra era un requerimiento fundamental. Esto se lograba con esquemas matemáticos que le conferían la proporción correcta al objeto. El canon de Policleto y el esquema áureo eran los más utilizados.
- Serenidad: tanto las obras arquitectónicas como la pintura y escultura debían transmitir serenidad. Es por esto que acudían a líneas rectas, practicaban la simetría y el orden.
- Idealización: los griegos representaban personajes idealizados para que los espectadores aspirasen a la máxima perfección humana.
La segunda acepción de este arte es el clasicismo. Con este término indicamos el rescate de los parámetros artísticos de la Grecia clásica en el Renacimiento a lo largo de la primera mitad del siglo XV d.C.
El nombre renacimiento en el arte europeo significa renacer o volver a traer del pasado. Aquello que se quería retomar era la técnica de los grandes maestros griegos. Algunos de sus representantes son Boticelli, Jan Van Eyck, Rafael y Miguel Ángel.
Semejanzas y diferencias entre los dos
El arte moderno europeo debe mucho a la historia del arte que tanto repudiaron sus más grandes exponentes. Aunque parezca insólito, existen similitudes que emergen de las contradicciones de los artistas modernos al revelarse contra la tradición.
Semejanzas
Estas se basan en diferentes aspectos como:
- Técnica: hacer una tábula rasa con todos los conocimientos artísticos desarrollados hasta el momento fue uno de los objetivos incumplidos. Basta ver la técnica clasicista de Dalí, René Magritte o Giorgio Chirico para corroborarlo.
- Paradigma: la ruptura, la beligerancia y la innovación terminaron por establecer un nuevo paradigma que siguieron todos los modernos. Por ende, fijaron una tradición histórica que comparten con el clasicismo.
- Educación: muchos de los artistas modernos recibieron una formación clásica. Aprendieron de los maestros insignes del arte renacentista.
Diferencias
También, tienen ciertas diferencias. Estas son:
- Temas: en las obras de arte moderno los tópicos se distinguen por su diversidad. Los autores clásicos aún recreaban escenas y personajes seleccionados por la aristocracia y la iglesia.
- Perspectiva: los renacentistas organizaban la estructura de sus producciones de acuerdo con la perspectiva. Mientras tanto, gran parte de los modernos desiste del ordenamiento habitual para imponer el caos.
- Naturalismo: en la época clásica se buscaba imitar la realidad a partir de la atención en el detalle. Sin embargo, en la modernidad el artista es consciente de que el arte es ficción, de modo que no tenía la obligación de parecerse a nada.
¿El arte contemporáneo sigue siendo arte moderno?
Es habitual que exista una confusión entre arte moderno y arte contemporáneo. Esto se explica porque se ha asimilado el concepto del arte en la modernidad a un cuadro incomprensible de líneas desordenadas.
Por tanto, todo lo que se asemeja a esa descripción le colocamos la etiqueta de moderno. Pero, no hay nada más lejos de lo real. El arte moderno llega hasta el año 1970. La artística contemporánea inicia justo después de esa fecha.
Esto quiere decir que responden a contextos históricos distintos. En consecuencia, sus cualidades definitorias son bastante disímiles. Los artistas contemporáneos no tienen la necesidad de romper con la tradición.
Su enfoque está en el concepto que desarrollan a través de sus obras. Es un arte predominantemente conceptual. En este sentido, las destrezas manuales no cobran tanto valor como en el arte moderno.
Lo más importante es el impacto semántico que genera un objeto manipulado de una forma concreta.
Conclusión sobre arte europeo
Luego de este paseo desde la época clásica griega hasta la contemporaneidad, llegamos a la conclusión de que el arte siempre es deudor de la corriente anterior. La originalidad y la innovación son conceptos válidos cuando los percibimos como una nueva síntesis de lo anterior.
Los estilos de arte moderno también son parte de la tradición, incluso las expresiones que vendrán podrán leerse en su interacción con el eje histórico. Esta es la verdadera belleza del arte: la creatividad de los artistas del futuro.